La imagen pertenece al libro “Lisbon & Cintra” / Internet Archive – Sin restricciones conocidas por derechos de autor
Sintiéndose acabar con el estío
la desahuciada enferma,
—¡Moriré en otoño!,
pensó entre melancólica y contenta—,
y sentiré rodar sobre mi tumba
las hojas también muertas.
Mas… ni aun la muerte, complacerla quiso;
cruel también con ella,
perdonóle la vida en el invierno
y cuando todo renacía en la tierra
la mató lentamente, entre los himnos
alegres de la hermosa primavera.
Rosalía de Castro. En las orillas del Sar (1884)